Me gusta mucho la parte de que soy de las primeras personas en enterarse cuando una nueva historia está por comenzar. Carlos me llamó y me platicó su plan, que quería hacer algo de video y quería que tomara fotos. Yo venía recuperándome de la operación de mi rodilla y seguía en muletas, pero esta loca pasión por captar esos momentos me dijo que necesitaba estar en ese preciso momento y así fue como sucedió. Aquí les dejo el link para que vean cómo fue su entrega de anillo…
Me dio mucha alegría al ver a Gaby y Carlos muy contentos de que fuera yo quien contara su historia. Hablando de que ella ha sido fotografiada por muchos muy buenos fotógrafos por haber representado a Aguascalientes y México alrededor del mundo siendo Nuestra Belleza. A Carlos lo conozco desde secundaria pero es una persona totalmente diferente a lo que yo conocí. Ahora es todo un empresario y se dedica arduamente a su trabajo. A Gaby tuve la oportunidad de conocerla un poco durante la carrera, muy poco realmente por que fue cuando entro a Nuestra Belleza y decidió dejar esa clase para poder dedicar más tiempo a su proyecto. Después regresó y terminó su carrera.
Su boda, sabía que iba a ser una boda espectacular en cuanto a detalles y amor por como son ellos y por lo que reflejan como pareja, sus familia tiene una forma de ver la vida con mucho tacto, por la falta del sentido del oído, y eso ayuda para entrarnos más en su forma de ver las cosas y hacernos sentir de manera especial. La familia de Carlos muy unida, grande y con mucha buena vibra.
La sesión fue sorpresa para Carlos, habíamos dicho un lugar y días antes Gaby me llamó para decirme que había conseguido otro lugar que le gustaba mucho y Carlos no sabría hasta ese momento. Caballos increíbles, cosa que me encanta a mi por que toda la vida, desde los tres años, he montado a caballo y al tenernos cerca de mi hay cierta conexión así como la tienen ellos por su gusto a ellos. Se nos vino el tiempo encima pero la sesión salió de lujo, estuvo muy padre, nos divertimos e hicimos fotos que ni yo pensaba que iban a salir tan padres.
Tengo una anécdota muy padre que contarles.
Ese día yo había invité a mi sobrina que muchas veces me asiste, a un buen amigo que muchas veces me acompaña como segundo y una muy buena amiga, Ali Palacios ayudándome ese día como segunda cámara y yo. Terminamos la sesión muy contentos con lo logrado y le pregunté a Gaby, ¿Con quien te vas a regresar? me voltea a ver con cara de what y me dice, yo creo que contigo que mi tío ya se fue a arreglar. De repente volteo y Carlos, quien se vino en mi carro, me dice: -!Ah caray!- por que ya éramos 6 personas que nos regresaríamos en el mismo carro. Pero les digo, su buena vibra y la confianza que nos tienen hizo todo más fácil. Gaby me dice: -Carlos y yo nos vamos atrás y nos amontonamos-. Claro que no iba a dejar que eso pasara por su vestido así que fue Carlos y los demás se fueron en la parte de atrás. Si me siguen en Facebook pudieron ver la fotografía que subí de ese día al regreso.
!!Pero no fue todo!! Veníamos por una terracería para hacer mas corto el regreso y llegar a tiempo, con charcos y un poco de lodo por la lluvia del día anterior cuando Gaby se acuerda de su ramo y Carlos dice, -!Lo dejamos en la sombrita!- Para pronto le pregunté a Gaby si regresábamos por él y me dice: -Si, por favor-, A lo que mi respuesta fue, -Pues agárrense que hoy vamos a ver si el palomito (mi carro) pasa la prueba para Rally ajua!- Algo de velocidad y agua salpicando por el techo del carro por los charcos, salida a la carretera revolucionando el carro al máximo, recogimos el ramo, volvimos a los charcos y terracería a velocidad de Rally, cruzamos la ciudad y en alrededor de 20 minutos, con 18 minutos antes de misa, llegamos a casa de la abuelita de Gaby para que ella se fuera ya en el carro de novia. (Necesitaba contarles esta experiencia por que en verdad fue algo divertido y que sé que ellos la recordarán, el ramo!!!!!!)
Carlos de igual manera se fue conmigo y llegamos al majestuoso Templo de San Antonio, donde en punto de la 1pm empezó la celebración en el altar. Me gustó mucho que ellos en verdad se veían muy contentos. Cuando llegamos a La Huerta, donde fue la recepción, Carlos me decía que se sentía que no podía con la felicidad, que sentía algo por dentro que no podía describir, que solo lo sentía. Gaby solo daba a notar que estaba disfrutando al cien de todo momento.
Disfruten de esta linda historia que les comparto con mucho cariño.
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